Blog de la Asociación Cultural Amigos de la Dehesa de la Villa
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Guía micológica de la Dehesa de la Villa: Fichas 32, 33 y 34

27 de octubre de 2013

Ficha 32 (Macrolepiota venenata), Ficha 33 (Inocybe roseipes) y Ficha 34 (Clitocybe phaeophthalma) de la Guía Micológica de la Dehesa de la Villa, de José Castillo Pollán, Josetas.

En plena temporada micológica, qué mejor momento que este para retomar la serie con tres nuevas fichas de setas encontradas en la Dehesa de la Villa en años anteriores por estas fechas y que, aunque son especies raras, con un poco de suerte quizá puedan volver a encontrarse nuevamente este año.

Recordamos a todos los lectores el riesgo de consumir las setas de la Dehesa, incluso aquellas identificadas como comestibles, tal como explicamos en la presentación de la Guía micológica.

Ficha 32: Macrolepiota venenata

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 09-11-2009)

Macrolepiota: del término griego makro, grande, y del género Lepiota, (del griego lepis, escama) por ser una lepiota de gran tamaño.
Venenata: del latín venenatus, envenenado, por su toxicidad.

Sombrero: primero de forma ovoide, luego convexa y después plana con el borde con restos del velo general. El revestimiento es de color marrón rompiéndose en escamas con forma de estrella viéndose el color blanquecino. De tamaño entre 10 - 16 cm de diámetro.

Pie: de 10 a 16 cm de alto x 2 a 3 cm de grosor; cilíndrico, grueso y liso, sin escamas; de color blanquecino a marrón muy claro, se mancha de color rojo al ser raspado con la uña. Presenta un anillo simple y membranoso el cual nos ayudaría a distinguirla de Macrolepiota rhacodes.

Láminas: libres, delgadas y apretadas; de color blanco cremosas que se manchan de rosa.

Esporada: de color blanca.

Toxicidad: es una seta considerada toxica o indigesta; se puede confundir muy fácilmente con Macrolepiota rhacodes y sus variedades.

Notas: es una seta muy rara; en la Dehesa de la Villa la encontramos muy localizada en un único setal en el que posteriormente la hemos encontrado en numerosas ocasiones incluso en pleno verano.
El autor agradece a Borja Rodríguez de Franco la ayuda para la identificación de la especie.

Ficha 33: Inocybe roseipes

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 15-11-2009)

Inocybe: de los términos griego inos, fibra y cybe, cabeza, por su sombrero fibroso.
Roseipes: del latín, roseus, rosa, y pes, pie, por el color rosa difuminado del pie.

Sombrero: primero cónico y más tarde plano; con un pequeño mamelón y borde radiado de color gamuza grisáceo. Tamaño de hasta 4 cm de diametro.

Pie: de 6 x 5 cm, con esfumaciones de color rosáceas sobre todo en la parte superior del pie.

Láminas: de color amarillas pálidas al principio, después de color ferruginoso; de forma libre y escotada.

Esporada: de color pardo tabaco.

Toxicidad: sospechosa de toxicidad, como toda la de su especie.

Notas: Especie poco conocida, no suele ser muy abundante en la Dehesa de la Villa.

Ficha 34: Clitocybe phaeophthalma

(Foto: J. Castillo; tomada en la Dehesa de la Villa, 02-11-2008)

Clitocybe: del griego klitos, inclinado, y cybe, cabeza, por la inclinación del sombrero.
Phaeophthalma: del griego phaeo, oscuro, y ophthalmus, ojo, por su color oscuro o gris pardo.

Sombrero: de hasta 6 cm de diámetro, deprimido en el centro y de color beige ocráceo con el margen estriado.

Pie: de 5 x 0’7 cm; blanquecino.

Láminas: decurrentes, blanquecinas .

Esporada: de color blanca.

Toxicidad: no comestible, es una especie bastante toxica por su alto contenido en muscarina.

Notas: como la mayoría del género clitocybe, es una de las pocas especies de pequeño tamaño fácil de determinar por su forma esbelta y olordesagradable, descrito en algunos sitios como "olor a gallinero". Es una seta rara en la Dehesa de la Villa; desde que se fotografió, y a pesar de haberla buscado durante años, no se ha vuelto a encontrar hasta la fecha.

11 - Cotorra argentina - Conoce las aves de la Dehesa de la Villa

13 de octubre de 2013

Nueva entrega de la serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa.

Cotorra argentina (Myiopsitta monachus).
Pepe y Gonzalo Monedero

La cotorra argentina es una especie de ave exótica introducida por la acción del hombre en la Península ibérica, donde sus poblaciones se han incrementado exponencialmente en las últimas décadas, y que se puede observar fácilmente en la Dehesa de la Villa a lo largo del año, existiendo poblaciones estables de esta especie.

Perteneciente a la familia de los loros, es la única de esta especie que construye el nido con palos entrelazados. Presenta un alto potencial colonizador y, por constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio. Además, en relación a este Real Decreto se permite la captura y muerte de cualquier ejemplar de esta especie durante cualquier actividad cinegética autorizada.

Atendiendo a su aspecto morfológico, presenta un plumaje con tonos amarillos y sobre todo verdosos, a excepción de los extremos de las alas, que presentan tonalidades azules (muy visibles durante el vuelo). La garganta, el pecho y la frente son de color grisáceos y, presentan un pico fuerte, corto y ganchudo de color ocre claro. La cola es larga aunque de menor longitud que en la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), otro tipo de cotorra que puede ser observada en menor medida en la Dehesa.

(Foto: J. Monedero, 2008)

Es un ave muy gregaria y con gran capacidad de adaptación a cualquier medio. Suelen volar en ruidosos bandos, a gran velocidad y aleteando constantemente, emitiendo una amplia gama de sonidos estridentes. Debido a su carácter agresivo y ausencia de sus principales depredadores, ha desplazado a una gran variedad de especies autóctonas como el mirlo (Turdus merula) o la urraca (Pica pica), entre otros.

Su alimentación se basa fundamentalmente en una dieta frugívora y granívora. También se alimenta de forrajes, brotes, hierba, insectos, carroña, y si la ocasión se presenta, pueden alimentarse de la nidada de otras aves de menor tamaño. También se ha podido observar que se alimentan de las semillas de los cipreses (Cupressus sp.) abriendo sus gálbulos y devoran el fruto apestoso de la melia (Melia sp.).

Su periodo reproductivo abarca desde agosto hasta noviembre, siendo fiel a las fechas en que se reproduce en su lugar de origen en el hemisferio austral, pues cuando en España acaba el verano y empieza el otoño, en el hemisferio austral empieza la primavera. Forman parejas monógamas, es decir, forman parejas de por vida. Debido a su carácter gregario, pueden llegar a instalarse varias parejas muy próximas unas a otras en grandes estructuras, con forma esférica, elaboradas a base de palos y ramas, que son el resultado de la unión de varios nidos. El nido lo ubican en árboles o en estructuras artificiales, como torres de radiocomunicación o tendidos eléctricos. La puesta consta de cuatro a ocho huevos y, éstos, se adaptan a cualquier tipo de climas templados o tropicales debido a la acción térmica que proporcionan las cámaras de los nidos coloniales.

Una pareja de cotorras en la Dehesa de la Villa
(Foto: J. Monedero, 2011)

En cuanto a su hábitat, es una especia bastante generalista y en España, se instala en parques y jardines de núcleos urbanos, diferenciándose solamente el arbolado que utilizan para establecer sus nidos. Concretamente en la Comunidad de Madrid, donde se encuentra el núcleo de mayor entidad de esta especie, sienten preferencia por especies de árboles de tipo caducifolio y, en menor medida, coníferas. En la Dehesa de la Villa y alrededores, han elegido para nidificar grandes cedros (Cedrus sp.) donde existen varios nidos coloniales en de gran tamaño.

Recordando los datos en Madrid sobre esta especie, decir que fue citada por primera vez en 1985 (Pascual y Aparicio 1990), y en 1993 (Barrio y de Juana 1993) se observa un grupo reproductor importante en la Casa Campo. Actualmente está instalada en muchas otras zonas y parques de Madrid. La teoría que puede explicar la expansión de esta especie, se basa en que en los años 80 del pasado siglo, fue una especie que se vendía en abundancia como mascota familiar y por su asequible precio. Por su impacto sonoro debido a sus estridentes reclamos y voces, debieron ser soltadas en parques y zonas de Madrid en gran cantidad. Esto unido a ser una especie generalista, de gran adaptación y en un clima no desfavorable, es lo que ha favorecido el éxito de su expansión actual.


Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa:
1 - Papamoscas cerrojillo
2 - Curruca capirotada
3 - Petirrojo europeo
4 - Lavandera blanca
5 - Mosquitero común
6 - Reyezuelo listado
7 - Golondrina común
8 - Vencejo común
9 - Pito Real
10 - Mochuelo europeo
11 - Cotorra argentina
12 - Mito
13 - Colirrojo tizón
14 - Verdecillo
15 - Mirlo común
16 - Carbonero garrapinos
17 - Herrerillo capuchino
18 - Paloma torcaz
19 - Gorrión común