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9 - Pito Real - Conoce las aves de la Dehesa de la Villa

12 de junio de 2013

Nueva entrega de la serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa.

Pito real (Picus viridis).
Pepe y Gonzalo Monedero


(Foto: J. Monedero, 2005)
Es el más común de nuestros pájaros carpinteros y está presente durante todo el año en la Dehesa de la Villa. Se le puede observar con bastante frecuencia subiendo por los troncos de los árboles a saltos impulsándose con las fuertes patas y apoyándose en la cola, o verlo en el suelo removiendo los hormigueros para capturar hormigas de las que se alimenta.
También para detectarle, además de fijarse en su tamaño y plumaje, es característico su vuelo ondulante, donde alterna periodos en los que bate las alas y otros en las que las pliega, y su inconfundible canto. En la Península Ibérica se encuentra la subespecie sharpei.

Ave inconfundible de tamaño grande y robusto, comparativamente algo más grande que un mirlo (Turdus merula). Presenta un plumaje en el que dominan las tonalidades verdosas, siendo más intensas en el dorso, y algo grisáceas en las partes ventrales, con obispillo de color amarillento. Presenta un llamativo color rojo en el píleo. Los machos presentan una bigotera roja, mientras que en las hembras es de color negro. Los jóvenes son muy perecidos a los adultos, de color general más parduzco y plumaje moteado, presentando ya una difusa bigotera de color rojo o negro según el sexo.

En esta imagen puede observarse un macho y una hembra con sus diferentes bigoteras.
(Foto: J. Monedero, tomada en la Dehesa de la Villa, 2013)
 
El canto de estas aves es muy característico, y se podría comparar a una especie de relincho muy sonoro, que emiten tanto machos como hembras. No es habitual, como ocurre en otras especies de pájaros carpinteros, el uso del tamborileo o golpeteo repetitivo en la madera para comunicarse.

Como otros pájaros carpinteros, presenta diversas adaptaciones para poder explotar de manera más eficiente el medio en el que viven: poseen unas patas con dos dedos opuestos con uñas fuertes y curvadas que le permiten una mayor sujeción a los troncos; sus plumas de la cola son más rígidas y resistentes a la fractura, siendo sus extremos cuneiformes para apoyarse mejor cuando suben por los troncos; tienen una lengua de gran longitud con el extremo acabado en pequeños ganchitos a modo de anzuelos ,que guardan en una cavidad en el cráneo denominada estuche óseo, para acceder a las galerías y hormigueros donde se encuentran los insectos de los que se alimentan; por último, también presentan un cráneo más engrosado para amortiguar los efectos de los fuertes golpes que reciben, cuando perforan la madera.

(Foto: Joaquín Revilla, tomada en la Dehesa de la Villa, 2013)

Consume principalmente larvas y adultos de hormigas, que extrae de los hormigueros y la corteza de los árboles. También se alimenta de otros insectos que se refugian en la madera utilizando su larga y pegajosa lengua, de gran movilidad, capaz de capturar larvas ocultas en galerías en la madera de hasta 10 cm de profundidad. En ocasiones puede consumir bayas y frutos.

Su periodo reproductor puede comenzar ya a finales de Marzo. Perfora un nido profundo en especies de árboles de madera blanda, o también utiliza árboles secos con madera podrida. La construcción del nido la realizan ambos sexos, mayoritariamente el macho, y puede durar entre15 y 30 días. Sobre el mes de Mayo la hembra deposita los huevos en el nido que serán incubados por la pareja.

(Foto: Joaquín Revilla, tomada en la Dehesa de la Villa, 2013)

En cuanto a su hábitat es una especie poco exigente, ocupando gran variedad de ecosistemas, desde medios forestales o parcialmente arbolados, hasta en parques y jardines donde es bastante habitual. No obstante, tiene preferencia por bosques caducifolios poco densos, campiñas arboladas, y muy especialmente bosques de ribera, siendo poco frecuente a partir de los 1.200 metros de altitud.

Se dice de esta especie que en ocasiones se tumba sobre los hormigueros, para que las hormigas en su acción defensiva le lancen al cuerpo chorros de ácido fórmico, que actuarán como un insecticida o repelente natural, librándole de muchos parásitos escondidos entre el plumaje. Debido a su característico canto, en algunas zonas de España se le conoce popularmente como relinchón, picorrelincho, picorrelinchón, y otros nombres onomatopéyicos.

Vídeo realizado a mediados de mayo-2013 por personal de mantenimiento de la Dehesa en el que puede apreciarse un Pito real en su nido. Aunque la calidad de imagen no es muy buena, nos ha parecido oportuno publicarlo como testimonio vivo de que estamos en plena época de incubación. Sirva también para resaltar la importancia de mantener los troncos de árboles viejos, secos y troncos huecos para preservar la biodiversidad de los espacios naturales.

Serie Conoce las aves de la Dehesa de la Villa:
1 - Papamoscas cerrojillo
2 - Curruca capirotada
3 - Petirrojo europeo
4 - Lavandera blanca
5 - Mosquitero común
6 - Reyezuelo listado
7 - Golondrina común
8 - Vencejo común
9 - Pito Real
10 - Mochuelo europeo
11 - Cotorra argentina
12 - Mito
13 - Colirrojo tizón
14 - Verdecillo
15 - Mirlo común
16 - Carbonero garrapinos
17 - Herrerillo capuchino
18 - Paloma torcaz
19 - Gorrión común

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un pequeño matiz:
Picarrelincho sería más adecuado y con dos "erres".
[Los saltos de tecla pueden jugar malas pasadas]
Saludos :)

Amigos de la Dehesa dijo...

Muchas gracias, anónimo lector, por el comentario. Correcciones como ésta demuestran que los artículos se leen con minuciosidad. Efectivamente, aunque picorrelincho es también un nombre usual para el pito real, como picarrelincho está incluso recogido en el diccionario de la RAE; en cualquier caso, como bien apuntas corregimos la doble erre.

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